MUNDO, DEMONIO Y CARNE: INSTANCIA DEL HOMBRE
Recientemente falleció Hugh Heffner, y Pamela Anderson, su
"conejita mayor", quedó -se dijo- inconsolable... Qué drama ha
sido todo eso? El "Sr. Playboy" vino a ser uno de los pilares de
adoración a las mujeres en que el mundo moderno y las sociedades occidentales han
venido a desembocar. Siempre pensamos o habitualmente queremos pensar que lo
que hizo el Sr. Heffner fue denigrar a las mujeres hasta la cosificación más
abyecta. Y sí, en parte. En cierto modo. Hasta cierto punto. Pero en realidad,
el mayor y mejor resultado de su promocionalidad erótica vino a ser justamente
la exaltación del género femenino hasta colocarlo en el pedestal de modelo,
ejemplo y expresión de cómo la presencia humana puede manifestarse tal que
deseable y hermosa en y desde el plano material, físico, al margen de sus
restantes cualidades.
Por otro lado, con la sentencia del presente título, los
originarios predicadores cristianos de los primeros siglos enunciaron lo que
para el Hombre en general y para el varón en lo particular constituía un óbice respecto
de la realización de su destino: la materialidad empírica, los valores
elementales y, ligada a ellos, la disposición femenina a reconocerse en la
conveniencia y la tangibilidad, en la instancia directa y material del mundo. Y
como compañera del hombre, podría constituirse en tropiezo para ella misma y,
sobre todo, para él... Sabían lo que decían aquellos personajes y por qué? No.
No sabían. Se dieron por la tradición que hacía de la mujer un ente subalterno,
casi “una cosa”, un adorno, el motivo solamente de la procreación, casi un “mal
necesario” … Hasta eso llegaron los tiempos antiguos!
Pero hoy día la cosa ha cambiado 180°. Total, que como consecuencia de
ese "plano de supremacía" predicado modernamente (otro extremo), la
idea que se ha llegado a exponer abiertamente hasta en los medios masivos de
comunicación es muy indicativa: "la mejor parte de la creación, y la
más perfecta, es la mujer". El contenido subyacente de esta expresión,
es que ella, como individuo, está por encima de las limitaciones y torcimientos
de la formación social, como al margen y sobre cubierto de las taras y defectos
sociales ordinarios, un Ser más auténtico que el propio varón... Consideración,
además, externada por varones que se consideran 'férreamente varoniles'... No es
eso, adoración, exaltación? Sí: e inconsciencia! Las mujeres son hermosas
físicamente, muy atrayentes para nosotros los humanos. Pero son solo la
contraparte del hombre, parte del desdoblamiento del Ser autónomo original! Y
una compañera, en ningún caso puede volverse ‘el ideal' ni de él ni de nadie, ni
su inspiración ni su aspiración ni su diosa porque entonces la propia instancia
masculina tiende a la debacle y su compañera deja de serlo para volverse
directriz, competidora por el bastón de mando... Su Ama!
Sin embargo, y pese a todo, al hombre elemental no le ha quedado claro
ése punto. Y se ha dejado ganar. Y ha decidido, modernamente, que su compañera,
más que su igual, es "más igual" que él mismo hasta incluso empezar a
descender a nivel de casi subalterno... Esto es parte de la cultura
contemporánea generalizada de lo cual la gente no se percata claramente, ni las
propias mujeres ni los hombres, y todo parece un 'avance de Derechos Humanos'
en que ésos derechos toman la forma de privilegios y exclusividades...
En los tiempos que nos precedieron no existía tan abierta veneración,
aunque allá se fraguó lo que empezamos a ver hoy: con la permisibilidad para
que ellas adoptasen todo tipo de actitudes y conductas fundadas en lo que se
creyó eran "concesiones ingenuas" a su gracia y/o a su desplante
caprichoso, quasi-infantil, se las privó de derechos para relevarlas de deberes
y se las confinó al papel que su propia función orgánica les confería... Sin
embargo, y desde su "reclusión", la mujer supo re-direccionar las
aspiraciones y motivaciones de su compañero varón hacia sí misma y hacia su
consideración y apreciación del mundo y la vida, sus "valores" pues,
que el hombre cree "elecciones propias": éxito, relevancia social,
riquezas (hoy día solamente DINERO)... Todas las categorías del
matriarcalismo vueltas condiciones indiscutibles de existencia,
justipreciaciones de la vida a las cuales el varón ha dedicado todas las capacidades
y calidades de su haber personal... Y por lo que se percibe desde la Escritura,
ese era el orden que el Hombre debía superar: encontrar su verdadera vocación
para trascender la exigencia de lo inmediato...
Consecuencia de ello es el movimiento feminista en actitudes de
revancha: el mundo pertenece a la feminidad. Los "valores" de éste
mundo y su orden de cosas son exactamente la visión femenina de la realidad. De
hecho, el hombre-varón comparte esos puntos de vista porque no sabe, no está
seguro de CUÁLES serían los prolegómenos masculinos a seguir... Por eso los
científicos auténticos, los artistas genuinos, los aventureros desinteresados y
los pensadores autónomos aparecen como especímenes extravagantes, locos
soñadores, bohemios... Gente ajena a la
“normalidad” exigible… Así se explica con claridad meridiana en La Verdad
Negada: como la tragedia humana... Como no les alcanzó saber a los habitantes
de Sodoma y de Gomorra, y por eso les pasó lo que a los griegos y a los persas
no les pasó!
De hecho: la redirección y reacomodo de los roles sociales que vemos hoy
en día en la toma de nuevos deberes y la cesión de derechos, la estandarización
indiscriminada entre los miembros de la sociedad civil, y la erección de
"nuevas identidades" humanas de Derecho a partir del derrocamiento de
los límites propios de las personas físicas conocidas y aceptadas desde siempre
-hombre y mujer, simplemente- llevan al mundo actual del Hombre al
establecimiento, no del equilibrio alícuota, sino al espíritu ginésico de todo
deber-ser social y político: el varón empieza a compartir todo un cúmulo de
deberes que le son impuestos pero ajenos a su propia calidad masculina: la
mujer está equipada, física y mentalmente para una función distinta a la del
varón, y eso hace su diferencia con él. Tener Derechos iguales no significa que
sean sucedáneos! Pero esto no parece ser consistente hoy día, en que se predica
la igualdad –Más bien, la
superioridad de la mujer- en un plano ridículamente promotor: y los
ejemplos no son mentiras: boxeadora vs. oficinista, luchadora vs. Ama de casa,
la “ejecutiva” vs. la “mediocre”… El alzamiento de las calidades sexuales de la
mujer contra las del varón que resultan limitadas… Las pruebas modernas todas
van contra el varón… Hasta el caso de Tiresias se ha vuelto demostración de
este tema…!
Y, quizá se piense: y la violencia feminicida que azota al mundo? Pues
no: es solo la consecuencia irracional de aspectos de su ser que el varón
imprime a la existencia como respuesta neurótica a las actitudes de su mujer a
la que percibe como en desafío o rebelión... Ignorancia y desencaminamiento
crasos: extravío, incomprensión, sentimientos encontrados de sub-ordinación y
desplazamiento… Crisis de la masculinidad!
Sabremos sobreponernos a semejante dilema existencial? No parece...

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