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EL “SENTIDO” DE LA VIDA: LA ENTELEQUIA HUMANA. 1° PARTE 1° PARTE.

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Uno contempla el ‘hormiguero humano’ sobre la tierra y constata el asiduo trajín de esa masa animal que va y viene, que lleva y trae, que edifica y derriba, que hace la guerra y erige imperios… Y construye entes económicos  que se vuelven dominación, Todo en función del Hombre mismo… Para qué? Para un pequeño lapso de vida, después de la cual vienen herederos y sucesores que al final ya no tienen consciencia ni memoria clara del fundador ni de sus propósitos originales y la cosa termina en una especie de “derecho a la riqueza” o al entorno, del todo insondable. Y, cuando no puede ser así, la simple exigencia de ser ‘productivo’, formal, decente, cumplido, patriota y cumplidor se vuelve una exigencia generalizada: la sociedad demanda atención,  consecuentalidad, orden y respeto, decencia… Con eso el Hombre promedio “cumple”? El sentido ‘racional’ de ése deber ser de la vida, que la justifica y le da tal valor, va a pedir que uno justifique su apreciación y su función rec

El compromiso del Hombre: consigo mismo!

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Actuar… Construir, lograr… “Hacer”, pues, parece el compromiso del Hombre en la Tierra, compromiso que lo lleva a la acción inveterada de tener en vez de Ser en un entorno que ni siquiera conoce a plenitud… ¡El Hombre ni siquiera conoce a fondo su planeta!   Mucho menos su posición en el cosmos: hasta se sorprende de ver la magnitud de su planeta en el universo cuando se ha creído el centro del mismo… Y, sin embargo, ése es el reto existencial del Ser humano: entenderse, más aún si está consciente de la situación… Y el problema es mayor: ni siquiera el Hombre se conoce integralmente a sí mismo, lo que sí es de por sí grave: se equivoca en sus apreciaciones y características personales y de grupo, e ignora la posibilidad de casi todo destino humano argumentándose pretextos de carácter racial, grupal o personal, a los que asigna doctrinalmente consagraciones o misiones… Ha tenido que inventar destinos etéreos, post-mortem evidentemente, para darse la tranquilidad de ser trascend