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Mostrando las entradas con la etiqueta COVID

NUEVA NORMALIDAD, CAPITALISMO EXTREMO: LA MISMA DEPREDACIÓN

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  Una promoción comercial en la televisión abierta mexicana: Una madre y su hija preñada van al médico para un ultrasonido y saber qué esperan. Después del examen,   la madre pregunta: “qué va a ser, doctor”?   Y el médico, frío, le responde: “igual que ustedes, pobre”. Parecería una broma o un chiste (que sería de mal gusto), pero no es nada de eso: es toda una sentencia del sistema a la población general, como la leyenda de la entrada al infierno de La Divina Comedia de Dante Alighieri: “perded toda esperanza…”   El sistema burgués no se está burlando de nosotros: nos está advirtiendo lo que ha decidido que será   “el mundo futuro”… En México se nos propuso, desde las administraciones públicas federales desde hace tiempo, que el empresariado –al menos, el mexicano-, es una clase repulsiva de seres que no aspiran sino solo a su magnificencia económica a costa de lo que sea. Y mal o bien, hemos aceptado que   así es, globalmente considerado: el empresario es siempre un hombre rico,

LA CUESTION RELIGIOSA EN EL “NUEVO ORDEN”

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No se ha planteado como disyuntiva ni como problema, en el sistema, que la burguesía global esté implementando una transformación del pensamiento religioso, pero es claro que estorba el pensamiento religioso de la gente aún cuando ha servido previamente: la credibilidad absurda en fantasías ridículas de la grey   sirve como elemento protector de sus planes que sublevan la propia religiosidad: El NOM no tiene pensado un nuevo credo religioso al cual la gente pudiera adherirse, pero sí la conversión religiosa de la gente en una “fe” que confiere al Estado toda potestad. No es un pronunciamiento religioso real, sino la conversión del pensamiento religioso en una “fe política” que transfiere la consideración de Dios al Estado como regente definitivo y único. Una sustitución, pues. Parecería increíble que una institución  como la Iglesia Católica de Roma apoye semejante projecto, y sin embargo, así es: el propio Papa Francisco es partidario y promotor de este “nuevo orden” al que llama a la

COVID19: LA EMERGENCIA SINIESTRA

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  Se especula, desde los círculos observadores y críticos del “nuevo orden mundial” (una propuesta críptica de los organismos cumbre del Poder burgués mundial hasta ahora no-políticamente abiertos) que el atentado contra la humanidad no se lo cree mayormente en la sociedad libre: eso parece un “conspiracionismo” fantasioso y gratuito para algunos , pero la generalidad   acepta   acríticamente las disposiciones oficiales, lo que permite a los miembros del “club” continuar con sus operaciones, ante todo, el intento de ‘limpiar’ a la humanidad,   limpia que pasa por REDUCIR su número hasta en un “deseable” 35% (en lo que se incluye eliminación hasta lo posible de la “gente mayor”   y reducción de “indeseables”: gente de color oscuro, orientales y latinos, referido a la población latinoamericana,   así como gente con padecimientos irresolubles   y el acotamiento de la “Clase Media”)… Un esquema de control que transformaría a la comunidad humana en un núcleo de sirvientes y potentados sin m

COVID-19, CRISIS EPIDÉMICA, CRISIS DEL CAPITALISMO

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Sí, una nueva epidemia: el Covid-19 (nombrado así por la O. M. S. para particularizarlo) es una mutación del virus que en 1918 provocó más de 50 millones de muertes. Y la civilización occidental, principal víctima de aquella tragedia (encubierta por los países-víctimas beligerantes en la I guerra mundial), está espantada… Con alguna razón: La humanidad, preeminentemente el mundo del Hombre blanco, Occidente, ha padecido a lo largo de su historia más de 30 epidemias mortíferas que diezmaron a la población a niveles, en algunos casos, tendientes a la extinción. Tradicionalmente fueron epidemias producto del desaseo: tifoideas, cólera, bubas (sobre todo ésta última, conocida como peste bubónica) aunque también hicieron presencia padecimientos de carácter viral: sarampión, viruela, “gripes”… Hasta una forma (se sospecha) de ébola, con la ‘peste de Cipriano’ en 251 dC. Modernamente, sin embargo, aparecen epidemias de carácter viral que ni la ciencia acata a definir en forma acabada