La vestimenta, la moda… Un Vestigio de la maldad gentil…

 



Todo el tiempo, en toda la historia del mundo, los pueblos han vestido como sus hábitos culturales les han permitido sin menoscabo de integridad: la vestimenta no era determinante de nada, salvo en los casos explícitos de proclividad morbosa explícita que no existía entonces: en la época primitiva, anterior a los grandes imperios, no había casi distinción entre la vestimenta de varones y mujeres: Todo eran taparrabos sin el torso cubierto. La cosa vino después en Asia anterior: en Persia, Grecia y luego en Roma, la vestimenta era casi indistinta para unos y otras. En Grecia, túnicas para los varones de clase alta, políticos o diplomáticos (y no siempre ni en todos los casos) y pantalones holgados para las mujeres, casi transparentes eventualmente, así como también las togas y túnicas como en Asia igualmente, aunque eran pantalones holgados, sí tenían un toque de sensualidad por la misma característica personal de la mujer… Los varones militares ni siquiera usaban “pantalón”: su “traje” militar era una especie de faldita a medio muslo
cubierta con tiras de cuero (para protección de los cortes de espada), como en los
pectorales… Y esto se mantuvo hasta la edad media inicial. Pero en Persia sí empezaron a usar ropa formal, como la conocemos… Incluidos los “calzones” o bragas que ellos inventaron… Pero esa vestimenta NO TENÍA UNA CARACTERÍSTICA SENSUAL O SEXUAL… 

De dónde salió, entonces, la determinación de que la vestimenta caracteriza el género? De la conceptualización de PECADO: Los hebreos (y todos los pueblos antiguos) no tenían una clasificación específica de vestido, e igual hombres y mujeres vestían túnica: claro que había distinciones entre colores, texturas y adornos corporales: las ropas femeninas eran mas suaves, y mientras los varones usaban kipá, las féminas usaban coronas… Entonces, por qué “el pecado” en la vestimenta? Parece broma, no? Pero no lo es… 

De hecho, las distinciones se vinieron dando desde la alta Edad Media europea: cuando los varones decidieron vestirse casi de metal para la guerra, el ciudadano común extendió el cambio, y las mayas dejaron de ser ajustadas para volverse holgadas, ´pantalones´ pues, en tanto que las mujeres adoptaron los vestidos amplios, volantes y largos… con escotes espléndidos que aludían a sus características eróticas, su definición de ‘Mujer’. Hasta ahí llegó la cosa entonces. Hasta ahí, las definiciones habían tomado un sentido de género. 

El advenimiento de la edad victoriana completó el cambio. La falda larga femenina se volvió inobjetable y el Traje de varón una exigencia, aunque las clases bajas no estaban constreñidas a esas disposiciones. Los militares terminaron por usar pantalón y casacas y las damas, corsé y sin bragas: fue la época en que Francia inventó el brassiere, Hermine Cardelle, en 1889, dividiendo el agresivo corssette en dos, que antes se usaba, y para realzar la femineidad… Logró todo un hit… Su éxito fue total, porque la mujer tenía a disposición “realzar la feminidad ”que implica exaltar los ‘bultos corporales’femeninos!.

Eso sí representa “sensualidad”… Después de la independencia gringa, vino Levi, el creador de los hoy llamados “Jeans”, en Norteamérica, pantalones rudos con cierre al frente que hasta entonces no se usaba… Todo se estandarizó; Y todo siguió como un “deber ser” normal…Hasta que las mujeres decidieron usar pantalón, como los varones: a fines del siglo XX, la femineidad decidió que el pantalón era más cómodo, práctico y saludable… Ahora, hoy día, las mujeres usan pantalón, sombrero de varón y no usan bragas ni brassiere… Y los hombres siguen atados a su tradición: calzones… cuando son los varones los que debían NO calentar sus testículos porque les hace daño! Es como los perros, los leones o cualquier “macho”: Güevos afuera! Parece tonto, y nos creemos tan superiores a los Sin Razón… Pero somos sus símiles indefectiblemente! 

Ahora bien: no todo es calzones ni sensualidad, ni hoy ni nunca. La vestimenta NUNCA fue motivo de “pecado” salvo en la tardía Edad Media y en la edad victoriana, hasta hoy día: LA VESTIMENTA NO FUE MOTIVO DE MALDAD NUNCA, hasta hoy, que empieza a ser síndrome de pertenencia: los niños empiezan a ser usuarios de faldas, y las mujeres depositarias de las prerrogativas del varón… Una especie de “transgeneridad”? Eso parece promover la OMS (WHO) Y el FEM (WEF), que quiere proponer la reproducción “in Lab” de la humanidad: hoy día, la vestimenta resulta ser una expresión de sexualidad
expuesta o sensualidad propuesta, que nunca fue… Pero que ya es: el sexo solo como displicencia o como exigencia… La promoción LTGBQ, Es una propuesta “de avance”? Todo parece un vicio inútil… Sí: los extraterrestres visten unívocamente, pero NO TIENEN INQUIETUDES SEXUALES, al menos hasta ahora, porque, como dice la Escritura, SON ASEXUALES… Y, con la ropa, mientras tanto, qué hacemos los que NO SOMOS ASEXUALES?

Aceptar y vestir con sensualidad?

A dónde, hasta dónde vamos a parar? No queda claro…

Sigamos pues, hasta donde pare… Qué, más…?

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